Me llamo Eva, he practicado el sexo telefonico durante años, por devoción y alimentación, y no…, no soy la de la manzana, más bien soy la del higo blando y jugoso nada soso. Hoy quiero aportar mi pequeño comentario a este mundo insolidario, egoísta y sobre todo y por encima de cualquier cosa, hipócrita. Y quiero hablar de algo que está muy de moda como es el sexo telefonico o la linea erotica. Porque he estado durante tiempo detrás del teléfono escuchando, aportando y soportando todo tipo de conversaciones eróticas. Y os puedo asegurar que todo eso que llaman amor los hombres, yo lo llamo sexo directamente. Ya no creo en cenicientas ni bailes a medianoche.
El otro día, por cierto, vi un libro que me parece interesante, porque hasta ahora no había visto ninguno, y es sobre el sexo telefonico. Una novela corta con juguetes eróticos de por medio. Es el libro de Yanira Garcia «Linea erotica, ¿dígame?, que aborda las relaciones tóxicas de pareja y la salida de ella, el escape me refiero, a un mundo más realista de conversaciones calientes por teléfono.
Yo os puedo asegurar, como trabajadora de una línea hot durante años, que existe una inmensa falsedad en eso que llaman amor. Porque he escuchado a muchos hombres, y también alguna mujer y parejas juntas hablar desde lo más hondo de sus poros sudoríparos. En realidad el amor, actualmente entendido en la sociedad, no es más que un eufemismo, un maquillaje de este gran constructor y a la vez destructor, como es el sexo.
Amor romántico absorbido por duro sexo telefonico
Es así como he llegado a la conclusión de que tanto películas románticas, como toda la literatura erótica que acaba con perfume, haciendo el amor como dos tortolitos en la popa deL barco, en realidad, no existe. Porque he podido hablar con cientos e incluso miles de hombres, conociendo hasta el más profundo de sus pensamientos calenturientos, y de amor poco. Os puedo asegurar que lo último que hay, es romanticismo platónico. La verdadera historia de cada uno encierra el deseo único y exclusivo del placer sexual.
Ya que detrás de todo matrimonio conyugal, detrás de la novia vestida de blanco, están los juegos de cama, los juguetes eróticos, el sexo sucio y sin control; también las perversiones calientes secretas, y ese amor destruido por completo. Lo llaman amor cuando en realidad quieren decir sexo en el comedor. Ellos no quieren amor a los 20, 30, 40 o incluso 50 años de su vitalidad viril. Quieren un polvo de una tetuda servil. Una sirvienta a los postres se tenía que haber llamado ese libro de Yanira.
A mí que no me vendan cuentos, porque he escuchado mucho y hasta he participado en cada una de las llamadas calientes que tuve. En la linea erotica cornudos, Amas y sumisos, dominantes y encogidos como caracoles tímidos. Y sé de buena tinta que el amor llega cuando ya no puedes meterla.
